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domingo, 31 de mayo de 2015

Complicaciones Postoperatorias



Los servicios de urgencias son los receptores de cualquier proceso que amenace la vida del paciente, ponga en riesgo la integridad de cualquier órgano o patologías en el que el dolor se torna muy molesto o insoportable, tal como le ocurrió al Señor Pedro Prieto (* nombre ficticio para proteger la integridad del paciente).

El señor Pedro Prieto ingresó a urgencias con dolor punzante, incapacitante de región inguinal y perineal (alrededor el ano) que se irradiaba a región interna de muslo izquierdo. El paciente manifestó que el dolor se inició 15 días antes, su inicio fue insidioso y progresivo, inicialmente se presentaba con el movimiento, pero que se fue tornando constante y hasta en reposo, llegó el momento que imposibilitó la marcha. El paciente no había presentado fiebre ni otra sintomatología.

Tiene un antecedente de importancia, se le realizó Prostatectomía radical con abordaje suprapúbico 2 meses antes de la consulta, por lo que consultó al servicio de Urología a los 8 días de presentarse el dolor. Allí en el servicio de Urología de Hospital de III nivel, toman ecografía y RMN (Resonancia Nuclear Magnética) que resultaron normales, y en junta médica de Urólogos determinan que el dolor no obedece a complicación quirúrgica. Pero el dolor persistió y se tornó de mayor intensidad.

Al Examen Físico, Los signos vitales eran normales, TA 130/80; FC 80 por minuto; FR 20 por minuto y temperatura 37° C. El Paciente se encontraba muy álgido, con dificultad para la marcha inclinando su cuerpo hacia adelante al caminar; La auscultación del corazón era normal; Pulmones bien ventilados; Abdomen con cicatriz suprapúbica en adecuado proceso de cicatrización, sin edema (hinchazón), ni eritema (enrojecimiento), tampoco había dolor al palpar la cicatriz, pero sí había un endurecimiento de zona inguinal izquierda levemente dolorosa a la palpación. En cuanto al exámen de extremidades, tenían buen tono muscular (http://es.wikipedia.org/wiki/Tono_muscular), los pulsos periféricos estaban presentes y en intensidad normal, lo que descartaba patologías vasculares, pero, había dolor a la flexión de la cadera y activación de los músculos abdominales, es decir al hacer una abdominal (Lo que se llama Signo de Carnett).

Se tomaron varios exámenes, de sangre, orina, pruebas del riñon y un TAC de 49 cortes de región inguinal, todo resultó normal.

Imagen 1. TAC inguinal normal

Con los datos anteriores, y después del análisis del caso se le hizo un diagnóstico de:

  1. Síndrome de Dolor Inguinal Crónico (SDIC).
  2. Compresión del nervio Ilioinguinal secundario a Prostatectomía radical con abordaje suprapúbico.

Al paciente se le realizó una infiltración con Lidocaína al 2% en la zona inguinal (bloqueo del nervio), los síntomas cedieron inmediatamente y el paciente a los 5 minutos pudo caminar y realizar sus actividades como si nunca hubiese tenido nada. Se remitió a cirugía puesto que el tratamiento definitivo es la descompresión quirúrgica del canal inguinal.

Este caso nos deja dos enseñanzas principales, una para nosotros los médicos y otra para los pacientes:

Hay un viejo adagio que dice “Cuando escuches galope, no pienses en cebras, piensa en caballos”, lo más frecuente es que todos los síntomas se engloben dentro de una misma patología, o al menos dentro de un mismo proceso etiológico, esto quiere decir que debemos buscar hasta el cansancio, que las  explicaciones a síntomas clínicos se deban a una misma enfermedad o a los procedimientos que se han realizado para tratarla, bien sea tratamientos farmacológicos o quirúrgicos (Efectos secundarios ó Iatrogénia).

Para el paciente, es importante dejar claro que aún en estos tiempos de alta tecnología y desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico, prima la clínica. Es el acucioso estudio del paciente lo que nos arroja un diagnóstico claro y un tratamiento adecuado.

domingo, 3 de mayo de 2015

Fractura de Colles

Es la fractura más frecuente, aproximadamente el 10% de todas las fracturas ocurridas corresponden a éste tipo de fractura. Generalmente se produce por caída de su propia altura de una persona mayor, que al colocar la mano para amortiguar el golpe, en el momento del impácto, produce un quiebre del extremo distal del radio, o del cubito y radio, (los dos huesos del antebrazo) con desplazamiento dorsal (posterior o hacia atrás) de los fragmentos de la fractura.
En ésta oportunidad, exponemos el caso de la paciente Griselda Florian (*Nombre fictício para proteger la identidad de la paciente), de 70 años que llegó con el cuadro característico de caída de su propia altura al resbalar en el baño, al caer hacia artrás colocó su mano izquierda, consulta al servicio de Urgencias inmediatamente posterior al evento por dolor, deformidad e imposiblidad funcional de la muñeca afectada.

Al ingreso, se encuentra paciente en buen estado general, TA 120/80; FC 78 x minuto; FR 20 x mintuo, y cómo único hallazgo defeormidad de la muñeca derecha, dolor y edema (inflamación).

Imágen 1. Defromidad de la muñeca, producto de fractura de Colles.


Se coloca analgésico, se realiza inmovilización de la articulación con vendaje de yeso y se pasa a sala de radigrafía.

Imagen 2. Radigrafía de Fractura de Colles.
En la radiografía podemos observar el desplazamiento dorsal (hacia atrás) del segmento distal del radio fracturado.

Se interconsulta con Ortopedia, quíen inmediatemente pasa la paciente a salas de cirugía para reducción cerrada de la fractura (Reducción cerrada significa que no es necesario colocar matereial de osteosíntesis, lo que comúnmente la genta llama platinos, sino alinear los huesos y colocar yeso).

Una vez realizado el procedimeinto, se da de alta a la paciente con analgésicos y cita por consulta externa.

La Fractura de Colles probablemente seguirá siendo por mucho tiempo la fractura más frecuente, pues el deterioro fisiológico normal de las personas mayores, aunado al hecho de que la expectativa de vida ha aumentado, hacen que enfermedades como la ostoeoporosis y osteoartrosis predispongan a accidentes de éste tipo. 
Sin embargo, si se toman las medidas preventivas básicas, es posible disminuír el riesgo de ésta patología. La adecuación de baños y duchas de acuerdo estado funcional de la persona mayor, el uso de dispositivos que pemitan a los pacientes apoyo adecuado (bastones, caminadores, antiresbalantes) o la aplicación de normas de sentido común tal como uso de chanclas o cholas pueden disminuír éste tipo de fracturas y de fracturas más graves que pueden resultar mortales para pacientes de edad mayor.

 Imagen 3. Adecuación de baños para uso de Personas Mayores