Las personas mayores o adultos mayores frecuentemente llegan a los servicios de urgencias con patologías que ponen en riesgo su vida, que identificadas oportunamente, y tratadas desde su comienzo, se hubieran podido evitar. El siguiente caso ilustra lo expuesto.
El señor Joaquín Gonzalez (Nombre ficticio para proteger la identidad del paciente) de 78 años, fue llevado al servico de Urgencias por una hija, porque "se queda dormido y está hablando cosas raras" desde hace 6 horas, la hija manifestó que el paciente "dice que se va ir de la casa a comprar la leche y él nunca compra la leche" tenía antecedentes de Hipertensión Arterial bien controlada con medicamentos, había gozado de buena salud hasta ese momento y era funcionalmente independiente, había presentado en el último año 2 episodios similares de corta duración (aproximadamente 15 minutos) que no habían requerido manejo de urgencias. Recientemente había tenido control con su médico de EPS, que le había practicado exámenes de control para Hipertensión, todos los exámenes habían resultado normales.
Cuando se examinó, se encontró un paciente con signos vitales: Frecuencia Cardiaca 105 por minuto (taquicardico, lo normal es hasta 100) ; Frecuencia Respiratoria 18 por minuto (normal); Tensión Arterial 130/80 (normal); Temperatura 37° Centígrados (normal), con mucosas secas lo que implicaba leve deshidraación. No había hallazgos de traumatismos en la piel que hicieran sospechar una trauma o caída. Los Ruidos Cardiacos eran ritmicos, sin sóplos. Los pulmones estaban bien ventilados y no se escuchaban Roncus (Ronquido en el pecho) o sibilancias (Silbido de los pulmones) que pudieran hacer sospechar alguna enfermedad pulmonar. El abdomen tenía Ruidos intenstinales normales, y no había irrtación peritoneal (también llamado Signo de Bloomberg, característico de las enfermedades que requieren cirugía del abdomen. Consiste en dolor más al soltar que al presionar la pared abdominal). No había Edema (hinchazon) de las piernas. Neurológicamente el lenguaje estaba desorientado en lugar, al preguntársele donde estaba no respondía, y en tiempo, pues daba fecha y día equivocados, tambien estaba bradilalico (hablaba despacio). La sensibilidad del cuerpo estaba conservada y no había alteraciones en la motricidad que hicieran sospechar una enfermedad cerebro vascular (llamada también trombosis).
En conclusión se tratata de una persona mayor previamente sana que presentó somnolencia y confusión de manera súbita con taquicardia y mucosas secas que demostraba una deshidratación leve.
Se le tomaron varios exámenes (ver cuadro 1). El Hemograma resultó normal. El parcial de Orina no había muestras de infección, Glicemia (azucar en la sangre) era normal. Se le realizó una Escanografía Cerebral normal, Las pruebas renales (Nitrogeno Ureico y Creatinina) estaban normales para la edad del paciente. Pero si se encontró una disminución del sodio en 126 (ver cuarto renglón del cuadro 1) el Electrocardiograma (exámen del corazón) presentaba un trazado normal.
Cuadro 1 Examenes de Laboratorio
Cuadro 2 Trazado Electrocardiográfico
Al paciente se le realizó la reposición de sodio por via venosa presentando mejoría en las 12 horas siguientes en la observación. Al egreso El señor Gonzalez estaba lúcido, orientado, alerta, caminando por sus propios medios y queriendo regresar a su hogar. Se le dieron recomendaciones específicas a la familia para prevenir nuevamente ésta situación que puede ser potencialmente mortal.
Diagnóstico: HIPONATREMIA. (Baja nivel de sodio en sangre).
En el análisis del caso podemos concluír que una persona mayor, por su proceso de envejecimiento normal así como pierde capacidades en organos de los sentidos (pérdida de audición, disminución de visión, etc...). También pierden funciones fisiológicas básicas. En éste caso para la familia fue imperceptible que ésta persona al tener alterada la sensación de sed, no bebió suficientes liquidos y se deshidrató.
Todo sintoma neurológico (confusión, somnolencia, debilidad, perdida de la funcionalidad e independencia, alteraciones del lenguaje, de la sensibilidad o de la capacidad motora) de una persona mayor, DEBE SER TOMADA EN SERIO, y consultar rápidamente al médico.